domingo, 3 de junio de 2007

NOS RECIBE EL ALCALDE DE SAN JUAN DEL PUERTO

El pasado Jueves día 31 de Mayo, D. Francisco Orta Bonilla, Alcalde de la localidad de San Juan del Puerto, recibió en el Ilustrísimo Ayuntamiento, al flamante equipo recién ascendido a la primera división nacional, "El C.B. SAN JUAN".

La recepción fue algo espectacular, donde el Ayuntamiento, no escatimó en sus preparativos, dándole la importancia que se merecía a tal logro. El Alcalde, estuvo muy bien acompañado por el Teniente Alcalde de la localidad, D. Miguel Sayago, por el Concejal de Deportes D. Antonio Izquierdo, por la Concejal y a la vez recién nombrada Presidenta de Honor del Club Baloncesto San Juan, Dña. Rocio Cárdenas y otros dos concejales más.

El equipo del C.B. San Juan con su Director Deportivo al frente D. David Carrasco, se presentó a las puertas del Ilustrísimo acompañados de más de 70 personas, entre los que se encontraba toda la directiva y por supuesto los jugadores y técnicos que han llevado al equipo al ascenso de categoría.

El acto consistió en la entrega por parte de ambos de unos presentes donde tanto ayuntamiento como club, reconocían la labor de colaboración conjunta del uno con el otro. El capitán del equipo, Fran Méndez, ofreció la copa del ascenso a todos los sanjuaneros y como muestra se la entregó a nuestro Alcalde, en representación de todos los habitantes de este pueblo. Fali Capelo, tesorera del Club y David Carrasco, Director Deportivo, entregaron al Alcalde y al Concejal de Deporte un poster con la foto de la celebración del equipo con la copa en plena cancha de Pozoblanco, donde se consiguió la eliminatoria de playoff.

Seguidamente y tras una charla emocionantísima de Francisco Orta, donde comparó a nuestro deporte con respecto a los demás que se practicaba en la localidad, destacándolo por ser una familia unida y comprometida, que trabaja y ha trabajado siempre con un criterio altamente colaborativo, pasamos al salón de plenos.

Todos los jugadores y directivos fueron pasando por la parte presidencial del salón de plenos, donde fueron recogiendo uno a uno, unos presentes que fue entregando por toda la comitiva municipal en una sala repleta de acompañantes.

Finalmente el Alcalde junto con toda la corporación nos invitó a cambiar impresiones en el hogar del pensionista, tomando unos refrigerios.

Sin duda alguna un gran recibimiento, para un gran equipo que ha llevado a San Juan del Puerto a ser el protagonista durante un año del panorama baloncestístico andaluz.

DE SAN JUAN AL CIELO

EL C.B. SAN JUAN ALCANZA LA GLORIA

El reloj marcaba la una y media del mediodía cuando comenzaban a llegar las primeras personas al Pabellón Municipal. Treinta minutos antes de la hora fijada para la salida, ya había gente esperando el autobús. Y es que nadie quería perderse este viaje, esta cita con la historia. Todos querían poder contarles a sus familiares y amigos que estuvieron allí, en ese lugar, donde el deporte sanjuanero toco el cielo.

Aproximadamente a las dos y cuarto, partió la expedición formada por dos autobuses, (sí, has leído bien, por dos). El cuerpo técnico, los jugadores, y los mas de 50 seguidores del C.B. San Juan, marchaban hacia tierras cordobesas, para enfrentarse con el C.B. Rofer de Pozoblanco, una bonita ciudad, situada en el corazón del Valle de los Pedroches y conocida por todos porque en su plaza de toros murió, hace ya 22 años, el maestro Francisco Rivera “Paquirri”.

Poco más de tres horas son la que separan nuestro pueblo de Pozoblanco, pero el viaje duró algo más, ya que justo antes de llegar a Córdoba capital, paramos en un área de servicio para estirar las piernas y tomar café. Tras 45 minutos de pausa, avanzamos de nuevo, llegando a nuestro destino a las 18:30 h, casi una hora antes del comienzo del choque, que comenzaba a las 19:15 h.

Como anécdota, comentar que la entrada al pabellón para presenciar el encuentro costaba 3 euros. Pero, tras una conversación entre David y los directivos del club local, éstos decidieron invitarnos al partido, es decir, dejarnos pasar sin cobrarnos, como gesto de buena voluntad, ya que ellos tampoco pagaron nada aquí, en San Juan, la semana anterior en el partido de ida. Egoístamente nos gustó la idea, pero pensándolo fríamente, no se entiende que una directiva haga pagar a su propia afición y deje entrar gratis a la rival. La verdad, esto es el mundo al revés.

Los prolegómenos del partido fueron espectaculares. Hubo presentación de los jugadores, que uno a uno, eran aclamados por su público mientras formaban en fila junto a sus
banquillos. Además, los componentes del conjunto local recorrieron el pabellón lanzando regalos a los espectadores. Muy bonito por el acto en sí, pero precioso por el ambiente en las gradas. Un bombo, una caja y una trompeta en el bando local, y doce bocinas en el visitante, unidos a las gargantas de las más de mil personas que llenaban el pabellón, hicieron que allí se alcanzara un tope de decibelios que convertían el ruido en insoportable. Aquello era infernal.

Cuando el árbitro hizo volar el balón al comienzo del choque, el ambiente pesaba mucho, dolían los oídos de tanto grito y tanto pitido. Los jugadores, todos, comenzaron nerviosos, superados por ese clima que se vivía en el pabellón. Tanto es así que tuvieron que
transcurrir dos minutos de juego y un total de nueve posesiones entre los dos conjuntos, para que se anotara la primera canasta. Tras esta canasta, de Pozoblanco, vino otra, y luego un triple, y luego otro triple, y San Juan sin reaccionar. Comenzaron los visitantes el partido muy tarde, en el minuto 5, con 10-0 en el marcador, y tras un tiempo muerto de Mateo. Después de esta interrupción, salida en tromba y parcial de 2-10 para los sanjuaneros, que cortó el entrenador rival con un nuevo tiempo. A continuación, reacción de Pozoblanco, nuevo parcial, e intercambio de canastas hasta llegar al final de este alocado primer cuarto con un 22-14 en el luminoso.

Comenzó el segundo cuarto como terminó el primero, con un Pozoblanco inspiradísimo desde el 6’25 y un San Juan al que no le entraba nada. Un nuevo parcial de 7-0 puso 15 puntos por encima a los locales, con un 29-14 en el minuto 2 de este segundo cuarto. Una nueva interrupción del entrenador sanjuanero en forma de tiempo muerto aclaró las ideas, y logró que su equipo alcanzara el descanso sufriendo una desventaja de 10 puntos, lo que, en ese momento y como mal menor, dejaba la eliminatoria igualada.

En este primer tiempo no vimos al San Juan de otros momentos de la temporada. Fran Méndez no anotaba, no intimidaba como de costumbre, aunque si capturaba rebotes. Las bases no dirigían al equipo. La presión que sobre ellos ejercían los jugadores rivales, agobió en demasía a Pablo y a Miguel Mora, que ya no querían ni recibir el balón. En muchos momentos del partido, a pesar de estar los dos bases en pista, eran Abraham o Antonio Alonso los encargados de subir la bola. Tampoco fue una buena primera parte para los escoltas. Tanto Ángel como Iván no conseguían convertir dos canastas seguidas, estaban muy poco acertados de cara a aro. Los aleros Abraham, Antonio, Dani o Moro, estaban peleándose con el mundo, luchando con auténticas moles, (con los pivots de Pozoblanco), y sin lograr apenas recibir con opciones buenas de tiro. Prácticamente, en la primera mitad no destacó nadie del equipo, y San Juan avanzó renqueando, a pequeños tirones, como un coche falto de gasolina.

Tras las pertinentes instrucciones en el vestuario, salieron los de Juan Mateo y David Carrasco, dispuestos a comerse el mundo. Pero poco a poco, volvió la cruda realidad. Intercambio de canastas entre los dos equipos, pero con la peculiaridad de que ellos metían de tres y nosotros de dos. Así, poquito a poco, aprovechando sus aciertos, pero sobre todo, nuestros fallos, Pozoblanco se plantó con la mayor diferencia del partido, 17 puntos, y poniendo un 61-44 en el marcador al comienzo del último cuarto.

A partir de aquí, comenzó lo bueno. Por un lado, espectacular recital de arbitraje casero. Le pitaban todo a San Juan, si todo, hasta lo que no era, mientras que tenían cierta manga ancha con el equipo local. Pitaban cosas raras, más bien tonterías, y dejaban de sancionar lo evidente. Analizando el arbitraje de manera objetiva, sin ningún ápice de forofismo, los colegiados debieron señalar al menos tres faltas antideportivas y un par de técnicas a Pozoblanco en los últimos cinco minutos del encuentro.

Con Pablo lesionado desde mediados del tercer cuarto, Miguel Mora se hizo dueño y señor del balón sanjuanero, botando, dirigiendo, mandando, asistiendo y anotando. Fran Méndez, ahora sí, apareciendo en los momentos claves, intimidaba bajo los dos tableros, capturaba rebotes y provocaba faltas, aunque seguía sin anotar. También en los momentos finales volvió el mejor Ángel, esta vez en su faceta defensiva, robando un balón tras otro al conjunto rival.

Recordamos un poco la situación. Máxima diferencia a favor de Pozoblanco, que ganaba de 17 al comienzo del último cuarto. Cuatro minutos después, a falta de seis, desventaja de 14, y tiempo muerto de Mateo. Salida de nuevo de los jugadores sanjuaneros defendiendo muy fuerte, no permitiendo los balones interiores ni los tiros desde el perímetro. Así, llegamos a los últimos 3 minutos con una diferencia de 11 en el luminoso, con la eliminatoria prácticamente igualada (recordamos el 75-65 de la ida), y con un ruido ensordecedor en el pabellón.

A esas alturas de la película, parecía que nadie quería ganar. Pozoblanco perdía el balón hasta en cuatro ocasiones consecutivas, merced a la gran defensa visitante. San Juan, por su parte, tampoco atacó bien. Dos pérdidas de balón, una contra fallada, y un par de tiros libres desperdiciados por Fran Méndez mantuvieron esa diferencia de 11 hasta faltar menos de un minuto. Dos canastas, una de Miguel y otra de Abraham, intercaladas por otra de los rivales, y un robo de balón de Fran, permitieron que los sanjuaneros perdieran de 9 (pero ganaban de 1 la eliminatoria) y tuvieran la posesión, cuando el crono indicaba que quedaban 19 segundos para el final. Con la eliminatoria casi ganada, Miguel Mora sube el balón y decide penetrar a canasta, cuando lo lógico hubiera sido apurar más el reloj. En su penetración, el base es objeto de falta personal y convierte los dos tiros libres de los que disfruta. El marcador indica ahora un 75-68 y 12 segundos para un ataque de Pozoblanco. Los locales no logran convertir la canasta y en la transición, nueva penetración de Miguel, nueva falta, y de nuevo dos tiros libres. Tras convertir el primero, falla el segundo, pero Fran captura el rebote y pasa a Ángel, que lanza un triple sin acierto, al tiempo que la bocina indica el final del partido. Gano el C.B. Rofer Pozoblanco por seis puntos (75-69), pero fue San Juan quien se llevó la eliminatoria, lo que le supuso conseguir el pasaporte que le permitirá jugar la próxima temporada en Primera División Nacional, junto a los otros tres equipos onubenses, Palos, Valverde y Aljaraque.

Con el pitido final, llegó la apoteosis. Los jugadores sanjuaneros saltaban y corrían como pollos sin cabeza. Se abrazaban, gritaban, y venían a la grada para celebrar el triunfo con una afición enloquecida. Saltos, gritos, abrazos, risas y alguna que otra lágrima. Sentimientos a flor de piel que explotaron a la vez en las más de setenta personas que se desplazaron hasta Pozoblanco. Disfrutando muchísimo, gritando como los locos, abrazándonos, gozando, alegrándonos todos juntos, aprovechando el momento. Mientras tanto, la organización preparaba la posterior entrega de premios, que consistía en un trofeo y varias medallas.

Explosión de júbilo en la grada sanjuanera y deportivo aplauso de los hinchas cordobeses al anunciarse por megafonía que el Club Baloncesto San Juan había ganado la eliminatoria. Fran Méndez tomó en sus brazos al pequeño Manuel Salado y permitió que fuera él quien recogiera el trofeo, para mayor disfrute aún de la afición y sobre todo, de sus padres. A continuación, de uno en uno fueron pasando los jugadores y el cuerpo técnico para recibir una medalla conmemorativa. La hilera la finalizaba el vicepresidente del club, José Rodríguez, esta vez en calidad de delegado del equipo, llevando de nuevo en brazos a Manuel. El chavalín, además de recoger el trofeo, también se llevó una medalla.


La fiesta que se vivió en la pista y en la grada continuó en los vestuarios, donde los jugadores, eufóricos, cogieron en volandas a sus técnicos para meterlos bajo las duchas. Saltos, gritos de ánimo, canciones, risas y, sobre todo, mucha agua, se alternaban en los vestuarios mientras la afición preparaba, en la puerta del pabellón, un pasillo de honor por el que pasaron los campeones un rato después. El equipo sentía en carne propia lo que era tener a todo un pueblo rendido bajo sus pies.

Ya en los aparcamientos del polideportivo, varios componentes del grupo se dirigieron al resto de los presentes, para pronunciar una serie de discursos improvisados. El primero en tomar la palabra fue Ángel, quien, visiblemente emocionado, quiso agradecer a la afición el apoyo mostrado durante las dos últimas temporadas. También quiso dar las gracias a su equipo, al que comparó con su propia familia, y del que dijo que le había hecho sentir cosas que nunca había sentido antes como persona. Por su parte, David Carrasco agradeció el apoyo de la afición, y anunció públicamente su futura nueva paternidad. También José, el delegado, y Mateo, el entrenador, agradecieron enormemente el trabajo del equipo y el apoyo de la afición. Otro miembro de la junta directiva del club, en este caso, Fali Capelo, quiso acordarse de aquellos que querían, pero por uno u otro motivo, no pudieron estar presente en este partido. Fran Méndez, el capitán del conjunto, emplazaba a todos a seguir trabajando y luchando de la misma forma el año próximo, aunque él no estuviera, a lo que contestaron sus compañeros cantando aquello de .... “nosotros te queremos, capi quédate”.

Superaron los jugadores del C.B. San Juan una dura batalla allí en Pozoblanco. En ocasiones, les pudo la presión. Ningún componente de la plantilla había participado en un partido de esas características. Ser presentados al más puro estilo NBA, jugar en un pabellón con más de mil personas en las gradas, con un ruido insoportable, que impedía, incluso, comunicarse entre ellos. A pesar de todo, lograron sobreponerse y llevarse el gato al agua. La conversación en los aparcamientos giraba en torno, precisamente, a ese tema, al mérito de la victoria, no por el triunfo en sí, sino por las circunstancias en las que se había conseguido. Los que estuvieron allí recordaran este partido mientras vivan. Un encuentro de liga andaluza que no tenía nada que envidiarle a, por poner un ejemplo, los partidos de play-off que jugaron Ciudad de Huelva y Lobos Cantabria hace pocas fechas.


Tras conversar durante un buen rato, montaban uno a uno los componentes de la expedición sanjuanera en los respectivos autobuses, que los llevaron a una inmensa explanada detrás del estadio de fútbol de la localidad. Allí, se detuvieron durante un momento para cenar, y desde ahí continuar la marcha para llegar a San Juan rozando las dos y media de la madrugada.

Ya en nuestro pueblo, el equipo al completo y gran parte de la afición, decidieron seguir celebrando el ascenso y fueron cerrando, uno a uno, todos los bares de San Juan, formando el pelotazo en cada uno de ello. La fiesta se prolongó más allá de las siete de la mañana, y a partir de ahí, cada mochuelo se fue a su olivo. Especialmente curiosos fueron los casos de Iván y de David, que seguían de juerga a las siete de la mañana a pesar de que a las 8 debían de estar en sus respectivos colegios, electorales. Daba la casualidad, de que ambos habían sido designados como oficiales de mesa (el primero presidente y el segundo vocal suplente), para las elecciones municipales de ese domingo. Los dos llegaron algo “perjudicados” a los colegios, pero que les quiten lo bailao.

Histórico lo conseguido esta temporada por el Club Baloncesto San Juan. Este equipo ha llegado más lejos que nadie en este pueblo. Nunca ningún equipo de ningún deporte había participado en competición nacional. Sin duda alguna, ha sido el mayor éxito de la historia del deporte sanjuanero de equipo. La próxima temporada, a amarrar la permanencia, coger experiencia, y crear una buena estructura deportiva dentro del club. Debemos sentar las bases para que el baloncesto sea el deporte principal de nuestro pueblo. Entre todos lo lograremos.

Tiembla, España, San Juan ha llegado para quedarse.

Esta pasando, lo estamos viendo, y lo estamos disfrutando.

Y lo mejor todavía está por llegar.

Enhorabuena a los que sienten en su corazón al Club Baloncesto San Juan.

Un abrazo muy fuerte a todos.








ANTONIO SALADO CANO

CLUB BALONCESTO SAN JUAN